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Biohacks que cambian la vida para un mayor equilibrio

La lucha es real. Todos queremos vivir lo mejor posible, pero la idea de revisar nuestro estilo de vida puede resultar abrumadora.

Ahí es donde entran en juego los biohacks. Se trata de pequeños y sencillos cambios en tu rutina diaria que pueden tener un enorme impacto en tu bienestar general. Prueba a poner en práctica uno de los siguientes trucos biológicos durante una semana, luego añade otro la segunda semana, y así sucesivamente, hasta que nada pueda alterar tu equilibrio.

Recuerde que el equilibrio es un viaje, no un destino.

Di no a las pantallas.

¿A quién no le gusta navegar por Instagram antes de apagar la luz antes de acostarse? Pero es perjudicial. La luz azul que emiten las pantallas altera los ojos y el sueño. Una o dos horas antes de acostarte, los dispositivos deben estar apagados. Si no puedes quedarte quieto, intenta leer un libro o meditar para mantener el cerebro ocupado.

Ponte a sudar.

Como dijo Elle Woods: "El ejercicio te da endorfinas. Las endorfinas te hacen feliz". El ejercicio también mejora la claridad mental y proporciona una fuente de energía natural a lo largo del día. Aunque pudrirse en la cama puede ser tentador, levántate y mueve tu cuerpo. Haz cualquier cosa. Camina, corre, practica un deporte, incluso limpia tu casa. Y si rompes a sudar, la recompensa es aún más dulce.

Aquí viene el sol.

Sal de tu cueva. La exposición a la luz solar natural (especialmente durante las horas del amanecer y el atardecer) es importante, gratuita y, nos atreveríamos a decir, esencial. Recibir luz solar natural durante estas horas ayuda a regular el ritmo circadiano del cuerpo. Así que, si luchas contra el insomnio o te cuesta levantarte de la cama por la mañana, tomar el sol es una solución sencilla.

Inspira, espira.

La forma más rápida y fiable de combatir la ansiedad, el estrés o cualquier sensación desagradable en el cuerpo y la mente es con la respiración. La respiración con fosas nasales alternas activa el sistema nervioso parasimpático y te saca del modo de lucha o huida para llevarte al modo zen. La respiración abdominal también es útil. La participación consciente del diafragma durante la respiración indica al cuerpo que se calme.

Toma tierra.

Puede sonar un poco woo-woo, pero entrar en contacto con la Tierra y su energía aporta una sensación de calma al cuerpo. Esto significa salir al exterior y conectar con la naturaleza, ya sea un bosque, un parque o el césped de tu casa. Prueba a caminar descalzo o a sentarte en la hierba o en el suelo sin manta. Se cree que esta práctica, conocida como grounding, reduce la inflamación, mejora el sueño y crea una sensación general de paz interior.

Tócate.

¡Así no! Hablamos del automasaje linfático. La función principal del sistema linfático es desintoxicar el organismo, y un poco de automasaje ayuda mucho a limpiarlo. Utiliza las yemas de los dedos para realizar suaves movimientos circulares a lo largo del cuerpo. Reforzará el sistema inmunitario y restablecerá el equilibrio del organismo.

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