Chanel, ninfas marinas en el Grand Palais
LAGERFELD CUAL PRÓSPERO EN LA TEMPESTAD
Chanel, ninfas marinas en el Grand Palais
Al fin hablamos de Chanel…ya tocaba! Estábamos tratando todos los desfiles de la Paris Fashion Week y sin embargo Chanel se hacía esperar… La gran maison presentaba el martes su colección de primavera/ verano 2012 inspirada en el mar y con Karl Lagerfeld como maestro de ceremonias.
El Gran Palais de París se vestía de blanco para Chanel, con formas marinos por doquier, corales, estrellas, caballitos de mar y todo lo que se te ocurra… En uno de esos shows de la firma que se quedan gravados en tu retina. Además, el desfile contó con la maravillosa Florence Welch como banda sonora, la cantante actuó en directo hacia el final del show cantando su single What the Water Gave Me, parecía toda una Venus entre conchas y formas marinas.
Las mujeres que nos presentó Lagerfeld parecían auténticas ninfas, nada que ver con las esperadas sirenas. Así como la colección, las referencias marinas quedaban en los tejidos, los brillos nacarados, colorido y elementos muy concretos. Es de esperar que un diseñador de la calidad de Karl Lagerfeld no cae en lo evidente y trabaja el concepto y la inspiración más allá de lo que a primera vista se ve.
Por lo que confesaba el diseñador, se trata de una colección menos Chanel de lo habitual ya que Lagerfeld quería desmarcarse de la tendencia general de hacer “Chanel”. Es curioso ¿no? En fin, el tweed está, las dobles C’s también, así como los bolsos y trajes chaqueta, pero reinventando la fórmula una vez más. El diseñador describía el tema del mar como algo tan antiguo como la moda, algo que es reconocible para todas las culturas y las épocas, no se trata pues de una colección retro, de una década y una temporada. El concepto es pues más Chanel que nunca.
La colección es muy luminosa, con tejidos novedosos, ligeros y llenos de detalles como el nácar y las perlas que no sólo decoraban el cabello de las modelos sino también las prendas. Los colores principales al margen del blanco y el negro habituales son el rosa y azul, siempre en tonos delicados y claros. Hay geometría no solo en las siluetas sino también en forma de estampados sobre las prendas, así como en las preciosas espaldas descubiertas en las chaquetas de los trajes.
Esta es una de esas colecciones inconmensurables, en las que el diseñador se queda a gusto con la cantidad de propuestas que hace. En este caso hay lugar para minivestidos rectos, otros llenos de volantes y capas, con estampados de colores y brillos; pero también shorts de cuero, el sport del punto, el tweed y los novedosos tejidos imitando formas marinas.
En este punto es donde hay que prestar especial atención, hacia el final del desfile se ven una serie de vestidos y looks llenos de transparencias y brillos, con aplicaciones de perlas, con pliegues y capas que imitan formas de peces y siluetas marinas. Es todo un stand-up por parte de un diseñador que lleva prácticamente 60 años en la moda y no deja pasar una.
