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Cómo abonar con cáscaras de huevo y posos de café

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Hace poco que se dedica a la jardinería, ¿y por qué no iba a hacerlo?

En primer lugar, el aire fresco y el ejercicio físico. La horticultura puede ser una forma de terapia, lo que se agradece especialmente en estos tiempos. Y la jardinería está cargada de lecciones de biología para esos jóvenes traviesos (es decir, tus hijos).

Y, por supuesto, está la mayor ventaja de todas: puedes comer los frutos de tu trabajo.

Mientras cuidas tu parcela de tierra, puedes crear un precioso círculo de vida (o círculo de comida) utilizando cáscaras de huevo y posos de café como abono.

Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre esta opción de compostaje fácil y natural.

Cómo abonar con cáscaras de huevo y posos de café Por qué los posos de café y las cáscaras de huevo funcionan como compost

Si quieres que tus plantas alcancen todo su potencial, no basta con poner las semillas en la tierra. "La tierra en sí misma no ayuda lo suficiente al crecimiento de las plantas", dice Yasmeen Qursha, Directora de la Unidad del Centro del Campus para la Salud y el Medio Ambiente de la Universidad de California, Davis. "Necesita otras fuentes suplementarias de nutrientes".

Los posos de café y las cáscaras de huevo. Aunque los consideremos basura, son un saludable tentempié para las plantas, ya que ofrecen un doble aporte de nitrógeno y calcio.

Según el colectivo de Los Ángeles LA Compost, estos nutrientes favorecen el crecimiento saludable de las plantas en casi cualquier lecho de tierra.

Si has comprado un fertilizante, probablemente estés familiarizado con la información NPK que aparece en la etiqueta del envase. Las plantas prosperan cuando su entorno terrestre recibe ocasionalmente un refuerzo de nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K).

Muchos de los abonos polivalentes más populares suelen tener una mayor proporción de nitrógeno porque su presencia favorece un crecimiento vegetativo exuberante y frondoso.

Aquí es donde entran en juego los posos de café ricos en nitrógeno, pero sólo después de haber creado su taza matinal.

"Preparar el café hará que salga más nitrógeno por el simple hecho de hervirlo", dice Qursha. Además, la infusión neutraliza los posos del café, despojándolos de cualidades ácidas potencialmente adversas que pueden dañar a tus plantas.

En cuanto a las cáscaras de huevo, LA Compost alaba su aportación de calcio, otro ingrediente habitual en los abonos. Este aporte es especialmente útil para el cultivo de plantas como los tomates y los pimientos, que pueden sufrir una carencia de calcio. La falta de calcio puede ralentizar el crecimiento y crear tallos débiles y hojas amarillas.

También son un maravilloso mantillo

El dúo de posos de café usados y cáscaras de huevo también son útiles como mantillo, una capa de material que se aplica a la superficie del suelo para mejorar su salud.

Según LA Compost, "el mantillo esencialmente cubre y protege el suelo de estar completamente expuesto al sol mientras retiene el agua para las raíces de las plantas". Con el tiempo, también empezará a descomponerse, lo que alimenta a los microbios beneficiosos del suelo que hay debajo.

El método

Cuando busques un recipiente para guardar las cáscaras de huevo y los posos de café, querrás algo que sea transparente, que tenga una boca ancha para reducir el desorden, un espacio amplio y una tapa resistente (un tarro vacío de pepinillos o de salsa de pasta son candidatos perfectos, al igual que los siempre versátiles tarros de albañil).

Aclara las cáscaras de huevo inmediatamente después de romperlas y sacúdelas para secarlas. Aplasta las cáscaras todo lo que puedas con las manos, cierra el recipiente y deja que su contenido se seque en un espacio bien iluminado. Piensa: una ventana soleada o un lugar más discreto al aire libre.

Cuando te prepares una taza de java, deja que los posos se sequen en un pequeño cuenco durante unas horas y guárdalos en un recipiente con tapa aparte.

Dependiendo del tamaño de tu jardín, recopila suficiente cantidad de cada componente para aportar una cantidad moderada a cada planta hambrienta. Combina los dos, aplasta las cáscaras de huevo a mano aún más (lo que debería ser más fácil ahora que están completamente secas), y espolvorea la mezcla por el lecho de tierra.

La extensión cooperativa de la Universidad de Arizona recomienda no usar más de una capa de media pulgada, y luego cubrir todo con una capa más gruesa de mantillo orgánico, como astillas de madera.

Repita el proceso cada varios meses o al comienzo de una nueva temporada de cultivo. Lo importante es no excederse. Un exceso de abono puede agobiar y angustiar a las plantas.

El resultado final

¿No es agradable saber que las sobras del desayuno pueden cobrar una nueva vida como alimento para tu jardín? Guardar las cáscaras de huevo y los posos de café usados es una forma sencilla y barata de añadir nutrientes a una tierra hambrienta, ayudando a que tus plantas prosperen.

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