Cómo eliminar el bacné

Aunque no hace falta decirlo, no es ningún secreto que muchas de nosotras tardamos demasiado en lavarnos el sujetador. Intenta lavarlo cada dos usos y, si persisten los brotes severos, lávalo después de cada uso. Lava en frío en una bolsa de lencería y cuélgala para secar para preservar la vida de tus mejores sujetadores y, por supuesto, nunca te pongas un sujetador deportivo más de una vez antes de retirarlo al cesto.

Diga adiós al bacné y al pecho para siempre con estos lavados corporales Qué causa el acné en la espalda: tipos, tratamiento y prevención

Si el problema suele ser el sudor o el exceso de grasa, lleva siempre contigo un paquete de almohadillas tonificantes de hamamelis. Una rápida pasada bajo el tirante del sujetador, la correa de la mochila (en una excursión o de viaje) o justo debajo de una camiseta de tirantes ajustada puede evitar que se forme un grano rebelde por el calor y la fricción mezclados con grasa y sudor.

Felicidades, ¡has hecho ejercicio! Pero no te quedes mucho tiempo con la ropa ajustada después de sudar; es un caldo de cultivo para los granos. Enjuágate lo antes posible, teniendo especial cuidado de enjabonar la espalda y las zonas que rozaron con los tirantes; por ejemplo, si tu gimnasio dispone de ducha, lávate allí en lugar de esperar a llegar a casa.

Cuando llegues a la ducha, el orden en que te laves cuenta. Asegúrate de que la espalda es lo último que te limpias, porque los productos químicos y los aceites de algunos acondicionadores pueden obstruir los poros y persistir después del aclarado. El acondicionador SEEN ha sido clínicamente probado como no comedogénico, por lo que no obstruye los poros.

Es difícil ponerse crema solar en la espalda, y normalmente necesitamos la ayuda de un amigo. Asegúrate de que es alguien en quien confías que tiene las manos limpias, y elige ingredientes limpios y naturales cuando se trate del SPF que elijas. Las fórmulas súper emolientes y espesas pueden provocar una acumulación inmediata, que se mezcla con la suciedad, la mugre y el sudor que seguramente aparecerán durante el tiempo que pases al aire libre. Opta por una fórmula mineral ligera con ingredientes respetuosos con la piel.

Resulta tentador exfoliarse la espalda a toda pastilla, pero resiste la tentación. Ser demasiado brusco o abrasivo puede empeorar mucho las cosas, dada la gran superficie y el tipo de piel de la espalda. Frota suavemente con movimientos circulares y un jabón o limpiador corporal suave y sin aceites. Prueba a utilizar una almohadilla exfoliante una vez a la semana.

Si no vas de mochilera o de excursión, evita la presión extra de los bolsos anchos. La fricción del roce profundo en los poros empeora exponencialmente los problemas. Aligera tu carga para los recados y las excursiones de un día, y lleva las cosas más grandes en una bolsa a mano.

Los filtros de ducha son estupendos para el cuero cabelludo y el cabello, ¡pero también para nuestra piel! Eliminar tantas toxinas e irritantes como podamos del agua con la que nos limpiamos es un gran paso para limpiar nuestras rutinas en su conjunto. Los filtros pueden eliminar grandes cantidades de cloro y otras partículas de nuestro grifo y pueden evitar que la piel se seque en exceso, lo que provoca una producción excesiva de sebo.

Cada noche nos pasamos el cuerpo por la ropa de cama entre 6 y 8 horas, y no podemos ni imaginar la clase de suciedad que dejan nuestros cuerpos grasientos. Siento pintar esa imagen, pero, ew. Lava las sábanas cada 7-10 días, inclinándote por la primera opción si eres muy propenso a los brotes.

Por último, la regla de oro: no escarbar nunca. Es muy tentador reventar tantos granos como sea posible, pero eso puede propagar las bacterias y acelerar el problema. Limpia, exfolia y deja que todo respire.