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Cómo no estresarse en los exámenes finales

NO OLVIDES DESCANSAR Y DORMIR BIEN

Cómo no estresarse en los exámenes finales

Buenas noticias. Las vacaciones de Navidad están *justo* a la vuelta de la esquina. La mala noticia es que probablemente tengas que superar primero los exámenes finales. El material de un semestre en un solo examen es desalentador, sin duda, pero estás a punto de arrasar en estos exámenes. Sigue leyendo para obtener una guía sobre cómo mantenerte libre de estrés en esta temporada de exámenes finales.

1. Planifícalo

Si intentas organizar todos tus materiales y guías de estudio *y* repasar tus apuntes al mismo tiempo, seguro que te va a dar dolor de cabeza. Antes de empezar a hacer tus flashcards, prepárate un té y tómate 20 minutos para hacer un horario de estudio. Anota qué exámenes caen cada día y asegúrate de dar prioridad al estudio de esas asignaturas. Para los exámenes que caen más tarde en la semana, reparte el estudio en más días (tendrás menos que hacer cada día, lo que significa que dormirás más).

2. Puesta en marcha

Bien, ahora que el plan está establecido, es hora de empezar a estudiar. Sea cual sea tu método de estudio (fichas, lectura de apuntes, Quizlet... o los tres), puedes seguir dos caminos diferentes: estudiar primero lo que has aprendido más recientemente o dejar ese material para el final. Lo más probable es que estés más familiarizado con esos conceptos, así que estudiarlos primero te permitirá olvidarte de ellos y te dejará más tiempo para todo lo demás. Si lo estudias en último lugar, al final de una larga noche de estudio tu cerebro no tendrá que concentrarse tanto, ya que dominas los temas.

3. Tomar descansos

En algún momento de tus estudios, tu cerebro se sentirá frito. ¿La mejor forma de combatirlo? Los descansos. Hay varias formas sencillas de decidir cuándo tomarse un descanso.

Opción 1: Empieza a trabajar a una hora determinada (por ejemplo, a las 5:30). Después, date 30 minutos, 45 minutos o incluso una hora para ser lo más productivo posible (probablemente sea mejor dejar el teléfono en el otro extremo de la habitación). Cuando se acabe el tiempo, recompénsate con un descanso de 10, 15 o 20 minutos, dependiendo del tiempo que hayas trabajado.

Opción 2: Tómate un descanso cada vez que termines de estudiar un tema, antes de pasar al siguiente. Mantén el mismo tiempo de descanso que en la Opción 1 para no desviarte demasiado del modo de concentración.

4. Saber cuándo alejarse

Cuando estudias para un examen importante, es importante que conozcas tus límites -especialmente si tienes un final de pre-cálculo-, pero también los límites de tu cerebro. Puede parecer una buena idea quedarse despierto una hora más para repasar todo una vez más, pero créenos, tu cuerpo necesita descansar más que nada. Recuerda: ya has aprendido (y muy probablemente te han examinado) este material antes, así que cree en ti mismo. Sabes más de lo que crees, y tu cerebro está al máximo de su capacidad cuando se te ocurre la idea de hacer otro repaso. Cambia el cuaderno por un Squishmallow y la silla del escritorio por la cama. Una buena noche de descanso es la guinda del pastel de una semana de repaso y estudio.

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