Cómo salir con alguien sobrio sin convertirlo en un problema

Parece que la bebida y las citas están inextricablemente entrelazadas. Las primeras citas suelen tener lugar en bares o, al menos, en restaurantes donde las partes pueden pedir un cóctel para calmar los nervios y ayudarles a abrirse. Algunas cafeterías y cines incluso sirven alcohol. Pero por muy omnipresente que parezca la bebida, hay mucha gente que decide no beber. Una encuesta de Morning Consult de 2019 reveló que el 43% de los estadounidenses mayores de 21 años ni siquiera bebe.

Si eres un bebedor social -o frecuente- que está a punto de salir en una cita con alguien sobrio, no desesperes. Aquí tienes algunos consejos para asegurarte de que todo vaya tan bien como un Shirley Temple.

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Aclaremos una cosa: Que alguien esté sobrio no significa automáticamente que se esté recuperando o que esté dando los 12 pasos. A algunas personas no les gusta el sabor del alcohol, a otras no les gusta la sensación de estar achispadas y otras tienen sus propias razones. No des por sentado que conoces el razonamiento de esa persona a menos que te lo diga abiertamente, lo cual no tiene por qué hacer.

Puedes preguntar, por supuesto, respetuosamente, pero no te pongas pesado si se muestran reticentes.

"No tienes ni idea de lo que les ha llevado a estar sobrios. Algunos han elegido la vida sobria por razones religiosas, alergias, adicciones anteriores, malas experiencias, simple aversión al sabor o a la sensación, o cualquier otra razón. No tengas miedo de preguntar la razón. No estás preguntando porque te juzguen. Lo preguntas porque la razón podría darte más información sobre quiénes son", dice Laurel House, experta en citas de eHarmony. Añadió que es fundamental "darles tiempo" para que te cuenten sus razones.

Hagas lo que hagas, no conviertas el hecho de que no pida vino con la cena en el punto central de la cita. Hay muchas cosas interesantes sobre esa persona de las que puedes hablar. Y tampoco te preocupes eternamente por si es aceptable que te tomes una copa. Pregunta simplemente: "¿Te importa si pido una cerveza?".

Si les molesta, te lo harán saber. No hagas esto sobre ti. Su sobriedad no tiene nada que ver contigo. Puedes tomar tus propias decisiones, al igual que ellos, y puede que a ellos les parezca bien que pidas una copa, del mismo modo que a ti te debería parecer bien que ellos no pidan una.

Además, si tu forma de beber fuera un impedimento para ellos, probablemente no estarías en la cita en primer lugar.

"Desde que me puse sobrio durante la cuarentena, conocí a la mayoría de mis citas a través de aplicaciones o me reencontré con gente que conocía a través de las redes sociales. Soy bastante abierta en Internet sobre mi sobriedad, así que la mayoría de la gente lo sabe incluso antes de hablar conmigo. Esto mantiene alejados a la mayoría de los 'fiesteros', como yo los llamo", explica un modelo artístico llamado Syn que lleva sobrio poco más de un año.

House ha hecho una buena observación: Los perfiles de citas realmente hacen su trabajo cuando se trata de atraer a buenas parejas y eliminar a las malas, sin importar cuál sea el factor específico que rompe el trato de cada persona.

"Se supone que tu perfil no debe gustar, excitar o intrigar a todo el mundo. De hecho, se supone que debe alejar a las personas equivocadas", afirma. No pasa nada por decir que estás sobrio o que buscas a alguien que no "necesite beber para divertirse". Sí, algunas personas no se acercarán o no responderán. Y eso es estupendo. Esas son las personas que no quieres de todos modos, así que mejor eliminarlas cuanto antes".

En septiembre, Bumble lanzó una "insignia de sobriedad" para facilitar la autoidentificación de los no bebedores y, así, encontrar parejas más adecuadas. La insignia "Drinking" de Bumble -que permite a los usuarios especificar si beben con frecuencia, socialmente o nunca, y ahora les permite indicar si están completamente sobrios- es una de sus insignias más utilizadas.

La empresa también hizo una pequeña investigación y envió sus conclusiones en un correo electrónico, citando que de los usuarios que no beben, el 75% lo dice por adelantado antes o durante una primera cita. Además, el 34% de ellos está abierto a salir con alguien que bebe, y el 34% sólo saldrá con otras personas sobrias.

Entonces, no te descartes desde el principio. De nuevo, si esto fuera un gran problema para ellos, no saldrían contigo. Esos datos lo demuestran.

Syn señaló que, aunque prefiere salir con alguien sobrio, si se enamora de alguien que bebe en el futuro, no se alejará de él. Reconoció que podría ser difícil ir en serio con alguien que puede tener alcohol en su casa, especialmente si la relación avanza hasta el punto de irse a vivir con él, pero como cualquier otra diferencia en una relación, eso es algo que hay que abordar y trabajar en el momento adecuado. Un maniático del orden y una persona más desaliñada tienen que llegar a un acuerdo en una situación de convivencia compartida, y lo mismo ocurrirá con una persona sobria y otra que no lo es. Lo que importa es la comunicación y la voluntad mutua de encontrar soluciones que funcionen para ambas personas.

Sí, la sobriedad de otra persona no tiene que ver con usted, pero aún así podría terminar haciendo una auto-reflexión mientras está sentado frente a alguien que está totalmente bien hablando y abriéndose sin valor líquido.

"La mayoría de la gente está bastante abierta a ello, pero hace que las citas sean incómodas para la persona no sobria", señala Syn. "Les hace ser más conscientes de su propio consumo de alcohol y drogas, y la mayoría de la gente se cohíbe por ello. Esto es algo que experimenté de forma similar cuando me hice vegano hace siete años. Sentarse al otro lado de la mesa con una persona que come carne les hace actuar de forma muy extraña, aunque yo no me oponga a ello".

No te permitas caer en el autodesprecio ni nada por el estilo, pero hacer una pequeña auditoría interna de cómo te sientes sobre tu propia forma de beber es saludable. Los datos de Bumble revelan que el 39% de sus usuarios son "sobrios curiosos", o están interesados en pensar un poco más sobre sus propias decisiones de beber. No eres el único que se cuestiona si realmente quiere seguir descorchando una nueva botella de vino cada noche durante el resto de su vida. No es necesario que te vuelvas totalmente sobrio al instante, pero aprovecha esta cita como una oportunidad para ver de qué se trata.

Si sales con alguien a quien le gusta el béisbol pero no sabes nada de ese deporte, probablemente irías a un partido con él sólo para verle en su elemento y conocer sus intereses, ¿verdad? ¿Por qué no intentar estar sobrio en tu cita por la misma razón?

"Hay que saber que para salir con alguien no es necesario beber. Puedes seguir siendo sexy, divertida e incluso más auténtica si estás sobria", dice House. "No necesitas el alcohol para ser tú mismo. Algunas personas piensan que una cita no es una cita sin alcohol, pero una cita puede ser una cita aún mejor sin él. Puedes seguir yendo a un bar si quieres, cosa que mucha gente hace porque los bares suelen ser entornos bonitos y románticos que favorecen la conversación, la conexión y el contacto. Y no tienes que pedir una coca-cola o un agua con gas. Incluso puedes ir a un bar y pedir un cóctel fresco de tomillo y jalapeño sin alcohol. Y lo mejor es que te levantas por la mañana recordando todo, sin sentirte mal y sin sentirte agotado".

House y Syn sugirieron algunas opciones de citas sin beber. Por supuesto, no hay que exagerar y abrazar la sobriedad de la otra persona con tanto entusiasmo que acabes siendo ofensivo, pero hay un montón de cosas que hacer además de sentarse en un bar.

Syn dijo que había empezado a tener sus primeras citas en locales de narguile. House sugirió tener una cena itinerante de varios platos, tomando aperitivos, cena y postre en tres lugares diferentes. Es emocionante y no estarás sentado incómodamente en un solo lugar el tiempo suficiente para empezar a sentir que necesitas pedir una bebida para mantener el ambiente. House también sugiere hacer arte o cerámica, ir a una librería independiente o hacer algo competitivo. Por ejemplo, probar uno de esos nuevos lugares de moda para lanzar hachas.

En última instancia, no tiene por qué ser un gran problema. Sé abierto y honesto -pero no insistente- y déjate sorprender por lo poco que las decisiones personales de la otra persona sobre el alcohol afectan a lo que seguramente será una gran cita.