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Cómo tener conversaciones valientes

Las situaciones sociales de todo tipo pueden ser difíciles de manejar. Ya sea la familia, los amigos, los colegas y profesionales respetados, los amantes e incluso los simples conocidos a los que intentamos acercarnos... la comunicación es lo que impulsa esa cercanía.

La vida es corta. Aunque complacer a la gente puede ser eficaz a corto plazo, no es lo que crea una conexión real, confianza, autenticidad o amor y apoyo duraderos. Para fomentar este tipo de conexiones, tenemos que ser capaces de ser sinceros unos con otros. Eso significa hablar de las cosas difíciles, de las feas, de las no tan fáciles, y ser vulnerables.

Ser vulnerable no siempre tiene que significar llorar y mostrar nuestros bajos fondos, pero tampoco todo son críticas. Piensa en ello como en correcciones intencionadas y amorosas que sacamos a la superficie con valentía, no porque estemos resentidos con la otra persona, sino porque la valoramos profundamente y comprenderla, así como fortalecer la relación, es de suma importancia para nosotros. Piensa en ello como una mentalidad de crecimiento. Queremos sentar las bases para un mayor crecimiento, juntos.

Hablamos con Erica Spiegelman, autora, especialista en adicción y bienestar, y oradora motivacional que trabaja con individuos, parejas y familias en el crecimiento personal y el bienestar general para transmitir un poco más de su visión sobre cómo tener este tipo de conversaciones valientes, de manera efectiva. Porque se necesita algo más que señalar algo malo dentro de la relación; tenemos que hacerlo de una manera que sea recibida, escuchada y comprendida por nuestra persona, todo bajo el ala del amor, no del ataque.

"Una comunicación sana es clave a la hora de mantener conversaciones valientes con los demás. Es esencial prepararse para este tipo de conversaciones. Debemos esforzarnos por ser amables y asertivos y utilizar un lenguaje positivo para crear límites y mantener conversaciones difíciles" dice Spiegelman.

"La culpa no es necesaria ni útil de ninguna manera. Podemos sanar y avanzar con estas herramientas prácticas:

  • Utiliza las declaraciones "yo". Y avanza hacia la resolución. Me siento mejor cuando podemos hablar tranquilamente de las cosas. ¿Cómo te sientes tú? O 'Me siento herido cuando no hablamos. ¿Podemos trabajar en esto?
  • ¡PREPÁRATE! Escribe tus pensamientos y los puntos que te gustaría preparar para decir. Podemos recordar mejor nuestros sentimientos y lo que queremos expresar exactamente si anotamos algo y tenemos en cuenta los temas.
  • ESCUCHA lo que la otra persona dice o cómo responde. Quizá haya espacio para asumir la responsabilidad por tu parte de cómo puedes hacerlo mejor o ayudar a la otra persona.
  • SEA ASERTIVO. Di tu verdad, di lo que sientes, sé vulnerable y deja de lado las cosas que no puedes controlar, por ejemplo, cómo responde la otra persona. La forma en que respondes y reaccionas es tu responsabilidad.
  • Establecer límites es útil. Puedes decir un límite como éste... 'Cuando me _____ (me culpes, levantes la voz, no me escuches, me menosprecies, etc.), me ____ (consecuencia) (salir de la habitación, colgar el teléfono, etc.)'".

Aunque hay mucho que hacer para afinar estas conversaciones con los distintos tipos de relaciones en tu vida, Spiegelman proporciona los huesos para dar forma a la amabilidad y la apertura que necesitas a cambio cuando sacas a relucir temas más difíciles. Es importante recordar que, aunque te sientas molesto por algo que hizo otra persona, sacar el tema puede resultar molesto para ella y ponerla al límite, por lo que el amor y la compasión serán más eficaces para conseguir lo que quieres de la charla.

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