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El día en el que Loewe se convirtió en TT

El día en el que Loewe se convirtió en TT




Anoche estallaba la bomba. Si mirabas en tu Twitter, seguro que encontrabas una referencia al vídeo de la última campaña de Loewe. Todo el mundo hablaba de él. Lo comentaba tu amiga la bloguera, lo criticaba tu primo el ingeniero, y lo retuiteba esa amiga del colegio que no has vuelto a ver desde entonces, pero que la tienes agregada a todas las redes sociales. Y todos compartían una idea: Loewe había perdido el norte al hacer esta campaña.

Bajo la dirección artística del genial Luis Venegas, un grupo nutrido por la modernidad madrileña actual, debatían sobre temas personales, como el amor, el primer beso, cómo ligar (¿hola? ¿a quién le importa cuando estás vendiendo un bolso?) y otros referentes a esta marca de lujo.

Se le ha criticado varias cosas: que algunos de sus protagonistas sean "hijos de", "sobrinos de", pero eso es algo que ellos no pueden evitar, me parece erróneo meterse con alguien sólo por la familia en la que haya crecido. Es injusto juzgarles por eso, así que nosotros no lo criticaremos. Las pintas de estas criaturas también han estado en el ojo del huracán, su forma de hablar, de hacer las bromas, etc. Y seguimos sin culparlos a ellos de esto. ¿Quién la tiene, entonces? Pues la propia firma. Y es que ¿cómo se te ocurre hacer un vídeo sólo hablando de banalidades con estos chicos así, sin ton ni son? Parece que no hubiera guión, que cada uno soltara bromas que nadie entiende, pero que imaginamos que para ellos serán hilarantes y que están montadas al tuntun. No eran necesarias, de verdad. Y vuelvo a no culparlos a ellos. Es como si te grabaran durante todo un día, y al final de él te pusieran un vídeo con algunos momentos montados bajo una música de circo. Saldría una cosa inconexa y en la que parecerías tonto del culo, estoy segura, nadie querría eso para una campaña. Aunque parece que Loewe sí.

Como ya veis, no le echemos la culpa ni a los modernos, ni a Luis Venegas. La culpa la tiene la marca de lujo por plantear mal la estrategia. Se suponía que con esta acción ampliarían su target (público objetivo) llegando a generaciones más jóvenes, pero creo que la situación del joven actual no está para andar comprando bolsos de marca. No quiero pecar de populista, pero así es como lo siento. El joven actual quiere encontrar un trabajo. Un empleo en el que le paguen, si no es mucho pedir, claro. Ese joven vive al día. No concibe el verbo "ahorrar" y si lo consigue lo invierte en seguir formándose. Para que luego digan que somos unos ni-nis. Esta juventud no se puede pagar un bolso de 1.500 euros.

Con este cambio de rumbo parecen distanciarse de los valores que la hicieron ser la única marca de lujo española. Se acabó la clase, la elegancia, el gusto por el trabajo artesanal, por lo exclusivo y por lo único. Eso representaba Loewe. Si a todos estos valores le querían haber sumado el de juventud, transgresión y frescura, lo han hecho de la forma errónea, pues con sólo un video han hecho mucho daño a la imagen que han tardado años en construir.

Se plantea ahora una situación muy interesante ¿qué ficha moverán ahora desde Loewe?

https://youtu.be/5hjPqofENqU

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