¿Es eccema o acné? Cómo distinguirlo
El eccema y el acné son totalmente diferentes... pero no siempre lo parecen. Gracias a algunos síntomas similares (¡qué pasa, rojeces abultadas!), a veces puede ser difícil diferenciar ambas afecciones.
A la hora de tratar cualquiera de estas afecciones, ¡o ambas! - es importante recordar que cada una tiene sus propios síntomas, causas y tratamientos. En palabras del personaje de "Friends" Chandler Bing: ¡¿Podrían parecerse menos?! A continuación te explicamos cómo distinguir entre eccema y acné.
El acné y el eccema pueden parecerse porque ambas afecciones provocan a veces bultos inflamados, rojos y parecidos a granos. Pero cada uno tiene sus propias causas, síntomas y métodos de tratamiento.
Alcohol y eccema: ¿El alcohol empeora el eczema? ¿Por qué me sale acné en la frente?
El eccema es una afección crónica que provoca manchas de piel muy secas e inflamadas que pican intensamente. No hay cura para el eczema, y el tratamiento se centra en controlar el picor y otros síntomas.
El acné, por su parte, provoca granos, espinillas, puntos negros, quistes y poros obstruidos. A diferencia del eccema, los síntomas del acné proliferan en las zonas grasas, no en las secas. El acné tampoco pica, aunque puede causar sensibilidad o dolor.
Aunque es posible tener eccema y acné a la vez, es raro que aparezcan exactamente en el mismo lugar, lo que facilita la orientación del tratamiento.
¿Qué es el eccema?
Cerca de 31 millones de personas en EE.UU. padecen algún tipo de eczema, una afección cutánea caracterizada por la presencia de manchas secas, inflamadas y con picor.
Otros síntomas comunes del eczema son
- parches secos
- picor... mucho picor
- hinchazón
- enrojecimiento
- textura áspera o escamosa
- dolor
- ampollas
- bultos parecidos a granos
El eccema puede aparecer -o reagudizarse- en cualquier parte del cuerpo. En bebés y niños pequeños, suele aparecer en la cara, los brazos y las piernas. Los niños mayores, los adolescentes y los adultos suelen presentar síntomas en las zonas de roce, como la parte posterior de las rodillas, la nuca, la cara interna de los codos u otras zonas de contacto piel con piel, pero puede aparecer en cualquier lugar y en todas partes.
Aunque esta afección no suele aparecer en la cara después de la infancia, cuando lo hace puede parecerse mucho al acné.
El eccema causa
A decir verdad, nadie sabe exactamente qué causa el eccema. Los investigadores creen que puede deberse a causas genéticas, problemas del sistema inmunitario o alérgenos y otros desencadenantes ambientales. El eccema no es contagioso, así que no puedes "contagiarte" de nadie. Cualquiera puede desarrollarlo y puede aparecer a cualquier edad.
Otras posibles causas son:
- estrés (porque... claro)
- piel seca
- sustancias químicas en jabones, detergentes o productos de limpieza
- ciertos ingredientes de productos de belleza o para el cuidado de la piel
- ciertos alimentos
- metales
- el clima
- problemas del sistema inmunitario
- alérgenos (¡pueden ser exclusivos de cada persona!)
El eccema no tiene cura (un gran fastidio), pero hay formas de tratar y controlar sus síntomas (un gran ¡bien!).
¿Qué es el acné?
Hablemos de granos, cariño.
Casi 50 millones de estadounidenses sufren acné cada año, y suele empezar a manifestarse alrededor de la pubertad, aunque es perfectamente posible que no aparezca hasta la edad adulta.
Básicamente, existen dos tipos principales de acné: inflamatorio y no inflamatorio. Los molestos y dolorosos granos rojos se consideran acné inflamatorio, mientras que los puntos blancos, los puntos negros y los poros obstruidos constituyen el tipo no inflamatorio.
La mayoría de las veces, el acné aparece en la cara, el cuello, el pecho, la espalda o los hombros, aunque puede aparecer en cualquier parte (sí, incluso ahí *abajo*).
El acné puede manifestarse de muchas formas:
- granos
- quistes (¡ay!)
- puntos negros
- puntos blancos
- nódulos
El acné suele estar causado por un exceso de sebo, que es la grasa que produce la piel. Un exceso de sebo puede obstruir los poros y provocar un brote.
Otros desencadenantes habituales del acné son:
- estrés (ugh)
- hormonas
- ciertos alimentos
- sensibilidad a los ingredientes de los productos para el cuidado de la piel o de belleza
- sudoración
- acumulación de piel muerta
- bacterias
- ciertos medicamentos
- genética
El acné no tiene por qué ser permanente, y a menudo se puede tratar con la rutina de cuidado de la piel adecuada (para ti), medicación o cambios en la dieta y el estilo de vida.
Eccema frente a acné: Fotos
¿Preparado para ver algo en lugar de contarlo? Para que entiendas mejor cómo el acné y el eccema se manifiestan de forma diferente en tu piel, te ofrecemos algunas ayudas visuales:
Opciones de tratamiento del eccema
Claro que el eccema no tiene cura... pero eso no significa que no se puedan hacer más llevaderos sus síntomas. El tratamiento puede incluir opciones prescritas por el médico, remedios caseros o una mezcla de ambos.
Los síntomas pueden controlarse mediante:
- corticosteroides (orales o tópicos)
- cremas no esteroideas
- antihistamínicos
- cremas hidratantes (¡mejor sin perfume!)
- fototerapia
- reducir el estrés (¿alguien quiere meditar?)
- aloe
- baños de avena
- exfoliación suave (¡con énfasis en "suave"!)
- cambios en la dieta
- utilizar productos menos agresivos
- evitar los desencadenantes
Cuando se produce un brote, es importante resistir las ganas de picar (¡es difícil, lo sabemos!). Mantén la zona limpia, hidratada y alejada de cualquier factor desencadenante que pueda empeorarla.
¿Cuándo debo hablar con mi dermatólogo sobre el eczema?
Llega un momento en que es necesario llamar a los profesionales. Si tu eccema empeora o te dificulta el día a día, puede que necesites ir al médico. Puede ayudarte a diagnosticar el tipo concreto de eccema que padeces (hay siete), a identificar los factores desencadenantes y a elaborar un plan de tratamiento adaptado a tus necesidades.
¿Te ha resultado útil? Opciones de tratamiento del acné
El acné de cada persona es un poco diferente, y el enfoque que adopte para tratarlo puede ser único para usted.
Algunos casos de acné se tratan desarrollando una rutina de cuidado de la piel que ayude a combatir la piel grasa, mientras que otros pueden requerir alguna receta para solucionar el problema.
Usted puede tratar el acné en casa por:
- seguir una rutina regular de cuidado de la piel
- utilizar los productos adecuados
- reducir el estrés
- evitar los alimentos que desencadenan el acné
- utilizar tratamientos puntuales, como parches para el acné
Entre los productos o ingredientes que se suelen utilizar para tratar el acné se incluyen:
- retinoides
- ácido salicílico
- peróxido de benzoilo
- zinc
- aceite del árbol del té
- hamamelis
- vitamina D
- lisina
Para los casos más graves, su médico o dermatólogo puede recomendarle productos con receta, que son más fuertes que los que puede adquirir en la farmacia. También pueden recetar:
- antibióticos
- píldoras anticonceptivas
- tratamientos o terapias hormonales
- ácido azelaico
- cápsulas de isotretinoína
- retinoides con receta
- ácido salicílico con receta
- peróxido de benzoilo
Es totalmente posible tener eczema y acné al mismo tiempo (*gruñido*).
Sin embargo, suelen aparecer en distintas partes del cuerpo porque cada uno se manifiesta en condiciones cutáneas muy diferentes. Al eccema le encanta la sequedad, mientras que el acné prospera en las zonas grasas.
Si aparecen en la misma parte del cuerpo, cada uno de ellos suele reclamar una zona específica. Por ejemplo, puede que tengas un brote en la frente y la barbilla, pero que un brote de eccema te afecte a los párpados. O pueden salirte granos en el pecho y aparecerte un eccema debajo de las tetas (sí, eso existe).
Sin embargo, es muy raro que el acné y el eccema aparezcan exactamente en el mismo lugar y al mismo tiempo.
En caso de brote o reagudización, es importante seguir utilizando los tratamientos habituales para cada enfermedad. Si tienes alguna duda, consulta a tu médico o dermatólogo.
Prevención
Lo primero es lo primero: identifica tus desencadenantes. Según la National Eczema Association, éste es tu billete de oro para la prevención. Esto puede aplicarse tanto al eccema como al acné.
Cuando conoces tus desencadenantes, puedes evitarlos y *crucemos los dedos* mantener a raya los brotes.
También hay otras medidas que puedes tomar para prevenir tanto el acné como el eczema, como:
- beber mucha agua
- mantener la piel hidratada (ya sea seca o grasa)
- desarrollar rutinas regulares de cuidado de la piel
- evitar los desencadenantes habituales
- utilizar jabones y detergentes suaves o sin alérgenos
- ducharse justo después de entrenar
- evitar el agua caliente (mejor tibia)
- utilizar productos sin perfume
- tomar probióticos o alimentos ricos en probióticos
- comer alimentos ricos en omega-3 (esto funciona mejor para el acné, pero también puede ayudar con el eccema).
Si te resulta difícil prevenir el eccema o el acné, habla con tu médico o dermatólogo. Ellos estudiarán tu diagnóstico específico y trabajarán contigo para desarrollar estrategias de prevención positivas.
Conclusión
El eccema y el acné son dos afecciones cutáneas diferentes, pero pueden tener ciertos síntomas coincidentes, como ampollas o protuberancias. Es posible tener acné y eccema al mismo tiempo, pero suelen aparecer en distintas partes del cuerpo.
No existe cura para el eccema, pero hay formas de tratar y controlar los síntomas, como las cremas o medicamentos recetados, la reducción del estrés y evitar los desencadenantes. El acné suele ser temporal y puede tratarse con productos de cuidado de la piel de venta sin receta o hábitos saludables. Los casos más graves de acné pueden requerir el apoyo de un médico o dermatólogo, como limpiadores medicinales, cremas o tratamiento hormonal.
