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Jennifer Hudson usó al menos 12 pelucas para su papel de Aretha Franklin en 'Respect'

Jennifer Hudson usó al menos 12 pelucas para su papel de Aretha Franklin en 'Respect'

La voz de Hudson se encuentra una vez en una generación. Pero su habilidad, al menos en esta película, va más allá de su capacidad para cantar: es su capacidad para canalizar el espíritu de Franklin, para hacer sentir su presencia en la pantalla: "Fue un momento tan maravilloso y espiritual en el que todos los implicados sintieron la energía de esa canción en particular y el espíritu de Aretha en esa sala", dice Davis.

Además de la fuerza de la inigualable voz de Hudson, el peinado y el maquillaje de la película también dan vida a Franklin, llevando a los espectadores a través de la evolución del estilo característico de la difunta cantante. Davis, peluquero ganador de un premio Emmy, se asoció estratégicamente con la maquilladora principal Stevie Martin para desarrollar cada look de belleza: "Me empeñé en tener a Stevie como compañera de rodaje", recuerda Davis. Las dos trabajaron juntas antes en las series de televisión Greenleaf y Claws. "Este era realmente importante para mí porque estábamos contando la historia de un icono", dice Martin.

Detrás de las colmenas

Uno de los primeros retos a los que se enfrentó la pareja en el proceso de estilizar a los actores que interpretaron a Franklin fue la falta de fotos que tenían de la cantante cuando era niña o adolescente. Sencillamente, no había ninguna foto suya de cuando era muy joven. En su lugar, Daniel y Martin examinaron las imágenes de los contemporáneos de Franklin para diseñar el vestuario de las escenas de la película: "Nos basamos en lo que estaba de moda en aquella época, ya sean fotos de servicios religiosos, conciertos, grupos de chicas, retratos familiares y anuarios de instituto", explica Davis. Muchas de las imágenes que consultaron eran en blanco y negro, por lo que, señala Martin, tuvieron que investigar las paletas de colores populares de la época para añadir esa dimensión.

Para la versión más adulta de Franklin, Davis dice que era de suma importancia conseguir todos los detalles correctos. Son los pequeños detalles, explica, los que acercan al espectador y lo sitúan en la época de apogeo de Franklin. Por ejemplo, el característico peinado en forma de colmena de la cantante era especialmente importante para representar con precisión. Es algo que Davis pensó inicialmente que sería un reto, pero resultó ser más fácil de lo que pensaba: "Pedí específicamente al fabricante de pelucas que hiciera bordes más rizados en esa unidad porque quería que fuera lo más auténtico posible para la época", explica. "Quería que pareciera que era pelo natural negro que había sido prensado".

El peinado se va actualizando a lo largo de la película a medida que vemos a Franklin pasar por las distintas décadas. Davis mantuvo la misma silueta en todo momento, pero cambió el look en varias ocasiones para reflejar la evolución del estilo personal de Franklin. Tomó la colmena original que crearon para las escenas de los años de juventud de Franklin y luego la actualizó para que madurara con el personaje: "Creé un corte de pelo cónico en lugar de un peinado más largo que se alargara hasta convertirse en una colmena", dice Davis, que utilizó pelo sintético para crear cada uno de los looks: "Las pelucas sintéticas son increíbles a la hora de actuar, porque no sudan ni se caen, mantienen el estilo", explica. Se crearon más de 100 pelucas para la película, 12 de las cuales se asignaron a Hudson para los looks cotidianos y de actuación de su personaje.

Aunque mantener la fidelidad a la firma de Franklin era de suma importancia, Martin dice que no estaban tan preocupados por recrear el maquillaje exacto de la cantante: "No íbamos a imitar el look de Aretha Franklin porque no queríamos distraer", explica. "Aretha tenía unas cejas fuertes. No quería hacer las cejas tan fuertes en Jennifer porque eso habría sido un punto de énfasis", expresa Martin. La intención, en cambio, era centrarse más en el maquillaje natural y la luminosidad sin esfuerzo que favorecían -ya sea por elección o por otras condiciones- las mujeres negras de la época. "Cuando me reuní con Liesl, estaba cansada de que las mujeres afroamericanas fueran retratadas en las películas y programas de televisión con tanto maquillaje", dice Martin. Así que mantuvieron el maquillaje al mínimo, pero no sin un poco de delicadeza o guiños a algunos de los ritmos más memorables de la cantante: su característico ojo de gato, su labio dorado e incluso el lunar que a veces colocaba estratégicamente en su cara.

Una cosa que fue única en esta producción, comparte Martin, es que había varios empleados negros trabajando en ella, algo poco común en la industria del cine: "Normalmente no se ve un tráiler lleno de afroamericanos en un proyecto. Fue muy bonito ver que era gente como yo la que contaba la historia de Aretha Franklin", dice. Pero incluso con tanta gente negra en el plató, Davis señala que su mayor reto fue encontrar suficientes peluqueros que pudieran trabajar con el pelo natural de textura afro, especialmente cuando se trataba de peinar a los extras para las escenas de la iglesia, los conciertos y cualquier cosa que requiriera una mayor afluencia de público.

Eso, unido a las restricciones existentes debido a la pandemia de COVID-19 en curso, hizo que les resultara difícil mantener el flujo constante de peluqueros (hasta 25, como dice Davis) que necesitaban en el plató: "Tirábamos de cualquier sitio. En aquella época, en Georgia, todo estaba igual que ahora: muy, muy ocupado. Se convirtió en un reto encontrar gente para llenar esos días", comparte Davis. No es de esperar que en un lugar como Georgia, con su enorme población negra, haya escasez de peluqueros con experiencia en el peinado de cabellos con textura. Pero, teniendo en cuenta el hecho de que muchas escuelas de cosmetología todavía no exigen formación en esa área, ser capaz de trabajar con rizos y dobleces se convierte en una especialidad en lugar de la norma. Sin embargo, el futuro parece más prometedor. En Luisiana se ha aprobado recientemente una ley que exige que todos los exámenes para obtener la licencia de peluquería tengan una sección sobre el cabello con textura. Eso significa que si quieres ser un estilista certificado en Luisiana, tienes que saber cómo trabajar con el pelo afro. Esperemos que otros estados sigan su ejemplo.

El legado de Aretha Franklin le valió el título de Reina del Soul. Capturar esa esencia en la película fue un esfuerzo de grupo, respaldado por los increíbles miembros del equipo de peluquería y maquillaje. La colaboración de Davis y Martin puso en primer plano la belleza de Franklin y, por ende, de las mujeres negras.

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