Jil Sander Primavera 2013

La diseñadora vuelve a tomar la batuta de su propia firma, que hacía años dejó delegada en Raf Simons (ahora en Dior), para volver a la esencia de la marca: el minimalismo más absoluto.
Para que luego digan que en la moda italiana todo son bordados, barroquismos y locuras costureras. Tomemos como ejemplo el trabajo de Jil, en donde los cortes son limpios, no hay nada fuera de sitio, todo está medido y nada sobra. La diseñadora siente predilección por las americanas y por los abrigos tres cuartos para la primavera, unas prendas magníficas, algo masculinas y muy favorecedoras.
Jil Sander no desfilará en la Semana de la Moda de Milán Jil Sander al aparato
Nos encanta la paleta de la colección en donde el azul klein, el blanco, el negro, el budeos y el tangerine-tango, crean piezas duraderas en el tiempo, que no temen pasarse de moda y que reinventan el clasicismo, convirtiéndolo en una tendencia minimalista y perfecta para llevar durante años y años.
