Juegos de rol: ¿Es para mí?
El juego de roles como parte del sexo es una forma de jugar en la que uno o todos los miembros de la pareja asumen un papel o personaje para representar una fantasía o experiencia erótica específica. Permite a las personas ser creativas, cultivar experiencias eróticas, acceder a diferentes partes de sus personalidades o probar diferentes personajes a los que quizá no tengan acceso en su vida real.
El sexo es una forma de juego. El juego de rol es, literalmente, un juego. Las personas que lo aman lo hacen porque puede ser creativo, expresivo y aportar formas nuevas o diferentes de erotismo a su experiencia. También puede ser una vía de escape de la vida cotidiana.
Dicho esto, los juegos de rol no son para todo el mundo, así que si no te parecen interesantes, puede que no sean una buena opción. Pero si alguna vez has querido jugar con las dinámicas de poder o jugar con tu pareja desde una perspectiva o una forma de vida diferente, los juegos de rol podrían aportar un elemento divertido y dimensional a tu vida sexual. Los juegos de rol son mejores para las personas que disfrutan de lo surrealista y que quieren suspender la realidad durante un rato, sumergirse en una fantasía y jugar a algo nuevo.
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Si no estás seguro de si es algo que te gustaría, quizás explora algo de literatura o erótica o porno de producción ética para aprovechar algunas ideas y ver si algo te parece atractivo. Recuerda que el tipo de fantasías que tengas no significa nada sobre tu carácter. El argumento de una fantasía suele servir para evocar una emoción, que puede crear una excitación en el cuerpo. Así que no te juzgues a ti mismo (ni a los demás) por sus fantasías.
Si es la primera vez que pruebas un juego de rol, puede ser útil ir despacio. Escoge un tema, discútelo con tu pareja y define los límites, las fronteras y las esperanzas que tienes para la experiencia. Establece una palabra o un gesto de seguridad para que tú y tu pareja sepáis cuándo parar si alguno de los dos se siente incómodo. Puede que te sientas un poco tonto al principio, pero puede ser útil practicar algunos ejercicios de relajación activa antes de jugar para que te adueñes del papel. Puede que estés interpretando un papel, pero en el fondo, tú y tu pareja seguís siendo tú y tu pareja.
Puede ser útil designar un tiempo de cuidado posterior intencional y un tiempo para informar después del juego de roles. El cuidado posterior es un compromiso para cuidarse mutuamente después de que la escena haya terminado, especialmente si uno de los miembros de la pareja ha estado en un papel servil o si han jugado con nuevas dinámicas de poder o humillación. Un periodo de cuidados posteriores puede durar unas horas o unos días o semanas, incluso, dependiendo de la intensidad de la escena que hayáis jugado. Puede ser un periodo de transición para ayudaros mutuamente a volver a vuestras vidas habituales y para honrar cualquier sentimiento importante que pueda surgir. Representar un papel puede resultar vulnerable, y es posible que te sientas sensible después. El interrogatorio puede tener lugar justo después de la escena, y se anima a hacerlo varias veces, para seguir digiriendo y procesando lo que se siente tan a menudo como sea necesario en los días y semanas siguientes.
Está bien apoyarse en la vulnerabilidad que supone probar algo nuevo. Incluso si decides que no es para ti, hacer algo nuevo juntos puede aumentar la intimidad y la confianza y allanar el camino para una nueva experiencia que sí se alinea.
