Los ingredientes de una operación de pechos moderna

Con las reducciones, elevaciones y extirpaciones de implantes mamarios en aumento -y la forma humana en general encogiéndose ante nuestros ojos, cortesía de Ozempic y compañía-, uno podría cuestionar el estado de la clásica "operación de senos", un procedimiento que dota sin reparos. A pesar de su largueza inherente y de su naturaleza controvertida, el aumento de pecho sigue siendo la cirugía estética más popular entre las mujeres de todo el mundo (y ocupa el segundo lugar en Estados Unidos, con más de 300.000 participantes en 2023, según la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos). Y la operación ha evolucionado en los últimos años. Los cambios, según los especialistas, se deben en gran medida a las pacientes, que cuestionan las viejas ideas sobre los implantes y defienden los resultados que desean, incluso las maniobras quirúrgicas utilizadas para conseguirlos.
Lo que está generando revuelo en Internet es la reaparición de una técnica de hace décadas que coloca los implantes encima del músculo pectoral en lugar de debajo, como ha sido habitual en los últimos 20 años. (Es posible que haya visto a cirujanos en las redes sociales hablando de aumento de pecho "subfascial". Normalmente se refieren a esto: meter los implantes por debajo de la fascia, el tejido conjuntivo que recubre el músculo pectoral). Aunque ambos métodos de aumento presentan ventajas e inconvenientes, algunos cirujanos se oponen a la convención de colocar los implantes por debajo del músculo, ya que consideran que esta colocación crea el efecto más natural al tiempo que garantiza que los senos se muevan de una forma que parezca y se sienta normal.
Esta última parte es crucial, pero a menudo se pasa por alto, dice la Dra. Kelly Killeen, cirujana plástica certificada de Beverly Hills. En su experiencia, los cirujanos tienden a centrarse demasiado en cómo se ven los resultados en las fotos estáticas, sin tener en cuenta que un pecho que parece "natural" en una foto después puede moverse de forma poco natural en la vida real. "Como alguien que se ha puesto implantes bajo el músculo, puedo decirle que resulta extraño, no es natural y a muchas mujeres les incomoda", afirma la Dra. Killeen. Ella comenzó a realizar aumentos subfasciales casi exclusivamente hace unos dos años, ya que más pacientes comenzaron a solicitarlos, a menudo después de aprender acerca de la técnica de los cirujanos y los pacientes compañeros en las redes sociales.
