No podía encontrar accesorios para mi pelo rizado, así que me hice los míos propios

Cuando estaba en cuarto curso, busqué en Google "cómo alisar el pelo", porque ¿sabes que el protagonista de las películas camina con el pelo al viento? Mi pelo no hace eso. Si no ves a gente que se parece a ti, es obvio que no te consideras digno. Recuerdo haber visto a Lupita Nyong'o en una valla publicitaria con su pelo corto y texturizado y su piel oscura como la mía, [y] pensé que era lo más bonito que había visto nunca. Eso me enseñó que tienes que crear tu propia definición de belleza.

Tengo un pelo grueso que suele ser difícil de manejar, y [empecé] a notar la falta de representación en los accesorios para el pelo del mercado. Así que [hace dos años], alrededor de los 17 años, empecé a hacer cosas para mí que tuvieran más elasticidad. Tuve la visión de crear un espacio en el que las mujeres de

todas las razas pudieran encontrar piezas que las hicieran sentir bellas, [pero] no tenía los medios para hacerlo.

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Entonces oí hablar del programa Ontario Summer Company, patrocinado por el gobierno de Ontario, que ofrece asesoramiento empresarial. A través del programa tuve una tienda pop-up y ese fue el momento en que supe que esto podía funcionar. Ver a la gente con mis piezas me hizo sentir muy orgullosa de formar parte de su viaje capilar.

Ese es mi principal objetivo con [mi marca], Ashanti Avenue: crear accesorios que puedas ponerte y salir por la puerta y saber que tu pelo es hermoso tal y como es. Mis diademas tienen una base muy flexible: Puedes ensancharla si tienes rizos muy grandes, o apretarla más si tienes el pelo fino.

Hubo mucho ensayo y error. Me llevó un tiempo encontrar la tela, el elástico adecuado que permitiera la sujeción perfecta. Me gusta pasear por el centro de Toronto [para encontrar materiales]. Cuando encuentro ese abalorio perfecto, me vienen ideas a la cabeza.

A medida que mi negocio crece, quiero mantener mis productos hechos a mano. Hay una cierta calidad que no se puede conseguir con una máquina. Puedo asegurarme de que cada cosa que hago es lo más perfecta posible. Y nunca dejo que nadie me haga el embalaje. Esa es mi parte favorita.

Este artículo apareció originalmente en el número de mayo de 2022 de Allure. Aprenda a suscribirse aquí.