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4 objetivos terapéuticos realmente alcanzables

Todos hemos oído la frase: "Lo importante es el viaje, no el destino".

Aunque esas palabras de sabiduría son suficientes en Therapy-Tok, no son útiles en la vida real cuando buscas pruebas de progreso. Tanto si sigues una TCC tradicional como si trabajas con sombras, EMDR o terapia de sonido, la falta de resultados perceptibles puede ser frustrante.

Entonces, ¿cómo podemos medir el éxito de nuestro trabajo interior con un profesional cuando aún no hemos alcanzado la paz interior?

María G. Sosa, terapeuta matrimonial y familiar licenciada, reconoce la "importantísima" percepción de progreso y sensación de logro para los pacientes.

"Cuando nos sentimos estancados, como si no avanzáramos, es fácil sentirse desanimado y desesperanzado. Sin embargo, al igual que es útil tener una dirección y un destino hacia los que trabajar, también queremos mirar atrás a versiones anteriores de nosotros mismos y darnos cuenta de los progresos que ya hemos hecho", explica. "Queremos reconocer nuestro crecimiento y desviar nuestra atención hacia lo que mejora día a día".

También sugiere adoptar un enfoque flexible de la terapia, tirando por la ventana cualquier calendario autoimpuesto.

"Me gusta recordar a los clientes que cada uno tiene su propio reloj interno y que no sabemos cuándo van a hacer clic las cosas. Sin embargo, para los clientes que se ven a sí mismos como proyectos interminables de superación personal que hay que 'arreglar', suele ser útil eliminar los objetivos por completo", explica.

Prefiere que los pacientes se fijen el objetivo de sentir curiosidad por cómo se desarrolla el proceso terapéutico. "Se trata menos de hacer y más de ser".

A continuación, María comparte cuatro objetivos terapéuticos alcanzables que le permitirán abrazar su curiosidad. También pueden hacer que disfrutes del paisaje en tu viaje y te preocupes menos por el destino.

1. Busque el 1% de mejora.

Si quieres trabajar tu reactividad emocional, tal vez esto se parezca a poner un temporizador durante un minuto y respirar antes de decidirte a enviar un mensaje de texto. Esta pausa nos permite romper el patrón y el ciclo automáticos.

2. Cambia hacia rituales de control diarios.

Si quieres mejorar tu autoestima, pregúntate: "¿Qué es lo más amable que puedo hacer por mí esta mañana?". Si mostramos amabilidad a las personas que nos importan, deberíamos hacer lo mismo con nosotros mismos.

3. No te centres en el resultado.

En su lugar, céntrate en aplicar las herramientas. Si estás trabajando en la comunicación con tu pareja, en lugar de buscar estar libre de conflictos (lo cual no es realista), céntrate en cómo utilizar las herramientas adquiridas en la terapia para luchar bien y desescalar más rápidamente.

4. Fíjate en lo que ya estás haciendo bien.

A menudo, nos centramos tanto en dónde nos gustaría estar que nos olvidamos de reconocer los momentos en los que ya estamos teniendo pequeños "éxitos".

El progreso requiere tiempo y paciencia. Concédete un poco de gracia y celebra las pequeñas victorias igual que celebrarías las grandes.

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