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Cuándo deberías empezar a enseñar a tu hijo a ir al baño y las mejores formas de hacerlo

Cuándo deberías empezar a enseñar a tu hijo a ir al baño y las mejores formas de hacerlo

Cuando tu hijo esté preparado para ir al baño, mostrará algunos signos reveladores: Si su hijo puede caminar, sentarse en el retrete, entender las instrucciones básicas, permanecer seco durante dos o tres horas seguidas, comunicarle que necesita ir al baño y desvestirse por sí mismo, son señales sólidas de que está listo para comenzar el entrenamiento para ir al baño, dice la doctora Arunima Agarwal, pediatra certificada del Morris Heights Health Center.

Aunque la edad media para empezar a ir al baño es de 27 meses, Agarwal afirma que puede oscilar entre los 18 meses y los tres años.

También vale la pena señalar que una revisión de 2020 encontró que los niños que iniciaron el entrenamiento para ir al baño antes de los 24 meses de edad eran menos propensos a desarrollar problemas del tracto urinario.

La duración del proceso de aprendizaje depende en gran medida de las habilidades cognitivas y verbales del niño cuando empieza, pero Agarwal afirma que el aprendizaje para ir al baño suele completarse en tres o seis meses.

Aunque los fundamentos del aprendizaje para ir al baño son los mismos para niños y niñas, hay algunas pequeñas diferencias que hay que tener en cuenta. A continuación, los expertos comparten algunos consejos de probada eficacia para que el proceso de aprendizaje de los niños y las niñas sea un éxito.

Cómo enseñar a un niño a ir al baño

"Los niños tienen más probabilidades de estar preparados para aprender a ir al baño cuando son físicamente capaces de realizar la tarea", dice Mo Mulla, fundador de Parental Questions. "Como resultado, los padres de los niños pueden necesitar ser más prácticos en lo que respecta a entrenar a sus hijos a través del proceso de entrenamiento".

Teniendo esto en cuenta, a continuación te ofrecemos algunas orientaciones específicamente orientadas al entrenamiento para ir al baño de los niños.

1. Convertirlo en un juego

Un pequeño estudio realizado en 2015 con estudiantes de edad media descubrió que convertir el aprendizaje en un juego a través de un programa que ofrecía puntos, insignias y clasificaciones por las preguntas contestadas correctamente no solo aumentaba la motivación en las asignaturas masculinas sino que también mejoraba su rendimiento.

Por este motivo, Mulla recomienda encarecidamente convertir el aprendizaje del orinal en una actividad divertida que implique superar su marca personal. Por ejemplo, puedes hacer una carrera con tu hijo hasta el orinal o esconder por la casa objetos relacionados con el orinal, como un asiento para niños o un libro de cuentos centrado en el orinal, para que los encuentre antes de explicarle para qué sirven.

2. Déjale elegir la ropa interior de niño grande

Según las Etapas del Desarrollo Psicosocial del psicólogo Erik Erikson, los niños de entre 18 meses y 3 años se centran mucho en desarrollar su propio sentido de la independencia. Por eso, en esta etapa, es conveniente fomentar esa autonomía permitiéndoles tomar algunas de sus propias decisiones. Por ejemplo, poder elegir la ropa interior que quieren puede ayudarles a sentirse más seguros y confiados.

Así que, una vez que tu hijo haya conseguido ir al baño durante un par de semanas, Mulla sugiere que le involucres en el proceso de compra de ropa interior. Deja que elija colores y estampados divertidos que le entusiasmen. Esto le servirá de motivación para animarse durante el resto del aprendizaje para ir al baño.

3. Enséñale a pasar a estar de pie

Aunque un niño puede sentarse en el orinal para ir a hacer pis en las primeras etapas del entrenamiento, con el tiempo, es probable que quieras enseñarle a ponerse de pie y apuntar para que tenga la opción.

Según el Dr. Paul Patterson, pediatra certificado y cofundador de Pathfinder Health, es una buena idea esperar hasta que tu hijo haya aprendido a hacer tanto el pis como la caca en el inodoro de forma consistente durante un par de semanas antes de intentarlo.

Recomienda ayudar a tu hijo a aprender a apuntar de pie poniendo algo en la taza del váter, como un trozo de cereal. Haz que tu hijo se coloque cerca del váter y enséñale a sujetar el extremo más alejado del pene, en la base, para ayudarle a controlar la puntería de la orina.

Cómo enseñar a una niña a ir al baño

"En el caso de las niñas, la preparación emocional precede a su capacidad física", dice Mulla. "Por eso, los padres de las niñas pueden necesitar más apoyo emocional y estímulo".

Estos son algunos consejos que debes tener en cuenta al entrenar a tu hija para ir al baño:

1. Facilitarle la entrada

Cuanto más cómoda se sienta tu hija en el orinal, incluso cuando no tiene que ir al baño, menos se sentirá intimidada para usarlo, dice Mulla. Considera la posibilidad de que se siente en el orinal mientras ve la televisión o en otros momentos del día para que se aclimate a la idea.

2. Enseñar la higiene esencial

Las infecciones urinarias afectan a alrededor del 7,8% de las niñas y al 1,7% de los niños a los 7 años, según un estudio de 2019. Las niñas tienen más riesgo de sufrir infecciones urinarias porque su uretra es mucho más corta y está situada muy cerca del ano, lo que facilita la propagación de las bacterias.

Por esta razón, Patterson dice que es muy importante enseñar a las niñas la técnica adecuada para limpiarse después de hacer caca -de adelante hacia atrás- para que no desplacen accidentalmente las heces hacia la uretra.

3. Elige ropa fácil de quitar

"Asegúrate de que tu hija lleva ropa que le resulte fácil de quitar rápidamente mientras se entrena para ir al baño", dice Patterson.

Los pantalones ajustados, los leotardos y los bodys, los peleles y los monos, pueden llevar mucho tiempo para despojarse de ellos, lo que puede provocar accidentes que desanimen a las niñas durante el proceso de entrenamiento.

Otros consejos

Sea cual sea el sexo de tu hijo, Agarwal recomienda encarecidamente practicar el refuerzo positivo, elogiando cada vez que haga progresos en lugar de reprenderle o castigarle por los accidentes.

Por ejemplo, puede recompensarles con pegatinas, privilegios u otros juguetes o golosinas por ir al baño con éxito.

Incluso el hecho de chocar los cinco, dar un abrazo o aplaudir cuando usan el orinal correctamente puede ser una gran motivación para seguir intentándolo.

Los estudios realizados en el aula con niños pequeños también han demostrado que el refuerzo no verbal, como una sonrisa alegre o un pulgar hacia arriba, también puede ser eficaz para mejorar la motivación.

Entrenamiento para ir al baño en tres días

Para los padres que tratan de entrenar a los niños para ir al baño rápidamente, una opción popular es el método de tres días fundado por la experta en crianza Lora Jensen y descrito en detalle en su libro de 2014 3 Day Potty Training.

Haciendo honor a su nombre, esta estrategia pretende que el niño esté completamente entrenado para ir al baño en sólo tres días, poniendo en pausa el resto de la agenda familiar y centrándose únicamente en los esfuerzos de entrenamiento. Esto significa evitar todas las demás actividades, incluido el trabajo.

El entrenamiento para ir al baño en tres días suena muy bien en comparación con los seis meses, pero es importante tener en cuenta que no hay estudios que demuestren que este método funciona y que no todos los expertos lo avalan.

"Este método puede funcionar para algunos, pero no se sienta derrotado si su hijo necesita más tiempo", dice Agarwal. "Personalmente, no recomiendo este método a los pacientes porque puede crear mucho estrés y ansiedad para el niño y los tutores".

Teniendo todo esto en cuenta, he aquí algunos componentes clave del método de los tres días:

  • Haz que tu hijo sólo lleve camiseta y ropa interior durante los tres días de entrenamiento.
  • Recuérdale a tu hijo que te avise cuando necesite ir al baño.
  • Una vez que hayas colocado el orinal en el cuarto de baño y le hayas explicado su finalidad, hazle saber que la idea es mantener seca su ropa interior; luego, indícale que la compruebe con frecuencia a lo largo del día y dale un refuerzo positivo cuando esté seca.
  • Prepárate para los accidentes y aprovéchalos para recordar a tu hijo que debe avisarte cuando tenga ganas de ir al baño.
  • Anímale a beber mucho líquido a lo largo del día, pero deja de dárselo dos o tres horas antes de acostarse para minimizar las posibilidades de que moje la cama.
  • Llévale al baño antes de arroparle y, si no es capaz de ir al baño, léele un libro o realiza otras actividades rutinarias nocturnas antes de volver a intentarlo.

La ventaja de este enfoque es, obviamente, que acelera el aprendizaje para ir al baño. Sin embargo, dado que este enfoque implica una gran cantidad de entrenamiento intensivo, puede ser bastante difícil para los padres, dice Mulla.

También exige que seas capaz de concentrarte por completo en el aprendizaje del orinal de tu hijo durante tres días completos, lo que puede no ser realista para todos. Por último, el límite de tiempo ejerce cierta presión tanto en los niños como en los padres, lo que puede dificultar el éxito.

Cuándo acudir al pediatra

Si tu hijo no ha podido completar el aprendizaje para ir al baño a los 3 años, Mulla recomienda acudir al médico.

Hay una gran variedad de razones por las que sus esfuerzos pueden no estar funcionando, y un médico puede ayudarle a llegar a la raíz del problema, realizar exámenes físicos si es necesario, y ofrecer orientación específica sobre cómo proceder.

Una de las razones por las que el aprendizaje para ir al baño puede no funcionar es si tu hijo no ha desarrollado todavía la coordinación, el control muscular o las habilidades verbales necesarias. Además, si tu hijo ha pasado recientemente por una situación emocional, como una mudanza o un fallecimiento en la familia, eso puede obstaculizar el aprendizaje para ir al baño.

Aunque es una causa menos común, a veces los problemas anatómicos pueden dificultar que tu hijo complete el entrenamiento para ir al baño. Patterson señala que el estreñimiento puede dificultar mucho el éxito del entrenamiento para ir al baño, pero esto es fácil de remediar aumentando la fibra en la dieta de tu hijo.

Sin embargo, según Patterson, a menudo se trata de un problema de comportamiento motivado por el miedo o el deseo de control: Es posible que tu hijo se sienta demasiado cohibido o intimidado por el inodoro, o que ejerza su autonomía negándose a ir al baño. En este caso, lo mejor suele ser dejar de recordarle constantemente que vaya al baño, decirle que ya es mayor y que le vas a dejar que se encargue de usarlo, y recompensarle sólo con atención.

Lo que hay que saber

"Cada niño y cada familia son únicos y, por tanto, también debe serlo el enfoque del entrenamiento para ir al baño", dice Patterson.

Sea cual sea el método que elijas para enseñar a tu hijo a ir al baño, los expertos coinciden en que es importante ser generoso con los elogios y evitar avergonzar a tu hijo por los accidentes.

Si sus esfuerzos no tienen éxito, considere la posibilidad de reevaluar la preparación de su hijo, y si cree que su hijo tiene las habilidades necesarias, puede ser el momento de consultar a su pediatra.

Según Patterson, a menudo el problema subyacente es menor y puede abordarse fácilmente.

"El aprendizaje para ir al baño puede ser una experiencia frustrante y gratificante al mismo tiempo", dice. "Tómate un tiempo para investigar los distintos programas y planifica con antelación para individualizar un programa que se adapte a las necesidades únicas de tu hijo. De este modo, podrás reducir gran parte del estrés que rodea al aprendizaje para ir al baño, tanto para ti como para tu hijo."

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